Leer y escribir: un enfoque comunicativo y constructivista

Actualmente la enseñanza de la lengua se genera en ambientes ricos de materiales impresos. En este ambiente, los niños comienzan a comprender las funciones particulares que la lectura y la escritura tienen en su grupo social. Al mismo tiempo, toman conciencia de que el lenguaje escrito puede comunicar distintas cosas y para comunicarlas, toma diferentes formas de acuerdo al fin que pretenda, como por ejemplo, si se desea comunicar algo para enseñar, se pueden encontrar textos de estudios, cuentos con moralejas, entre otros. Si el objetivo es vender, se pueden encontrar logos publicitarios, imágenes con precios, entre otras cosas.

Este conocimiento (lenguaje escrito), se adquiere con el tiempo, es decir; es un proceso largo y complejo que acompañará al niño durante toda su vida. Para adquirir este conocimiento el niño debe realizar un doble esfuerzo. En primer lugar debe acceder al código de la escritura (que se escribe de izquierda a derecha, que se utilizan pausas, se acentúan palabras, entre otras) y en segundo lugar comprender las distintas formas de expresión existentes en los textos escritos (como cartas, instrucciones, recomendaciones, entre otros). Gracias a esto, el niño puede comprender la estructura del texto aún antes de aprender las letras (sabe que una carta es una carta, porque comienza con un “querido…” y termina con la firma y fecha).

A raíz de este doble aprendizaje, se desprenden dos líneas explicativas en relación a sus planteamientos didácticos:

• Código como condición para que los niños puedan acceder al conocimiento del lenguaje escrito: Esta línea sigue la tradicionalmente aplicada en nuestras escuelas, referida en primer lugar a que los niños fijen la atención en la enseñanza del código, para posteriormente continuar con la redacción de narraciones, descripciones, entre otras.

• Código y conocimiento del lenguaje escrito como saberes distintos con desarrollos propios y diferentes: Esta línea requiere una didáctica adecuada para la enseñanza y aprendizaje de ambos en forma paralela. Las interacciones entre ambos son múltiples, por lo que la propuesta del texto apunta en esta línea.

La didáctica de la lengua sitúa el foco de atención en el texto, reconociéndolo como la unidad real de comunicación, la cuál está constituida por los géneros textuales que utilizamos en contextos determinados, con una finalidad y con un destinatario. Debido a esta ineludible realidad, las propuestas se dirigen a la utilización de estos textos, ya que dichos escritos son utilizados socialmente por nosotros. Estos textos son el punto de partida para la enseñanza de la lengua.

Sobre la lectura:

-1era fase: Reconocimiento global de palabras y textos familiares.

-2da fase: Comprensión de las correspondencias entre la cadena escrita y la oral.

-3era fase: Reconocimiento global de configuraciones escritas, y decodificación de palabras desconocidas.

Sobre la escritura:

-1era fase: Diferenciación de la escritura del dibujo. Etapa de la estructura indiferenciada.

-2da fase: Utilización de un repertorio variado de grafemas convencionales. Etapa de la estructura diferenciada.

-3era fase: Establecimiento de relaciones entre los grafismos y aspectos sonoros de la palabra. Etapa silábica.

-4ta fase: Conciencia de correspondencias intersilábicas y la no segmentación de todos los elementos sonoros de la palabra. Etapa o fase silábico-alfabética.

-5ta fase: Reconocimiento de una correspondencia alfabética exhaustiva: letra correspondiente a cada consonante y vocal de la palabra. Etapa alfabética.

Procesos implicados en la producción escrita:

-Planificación: selección y organización de ideas.

-Elaboración del texto.

-Revisión: implicada en todo el proceso de producción.